Ecuador: Crear señales de alarma puede salvar a las víctimas
Texto: Zurya Escamilla |Yasmina Yeril Hera |
Con colaboración con Jefferson Díaz
Con colaboración con Jefferson Díaz
Ilustración e infografía: Grecia Nexans
En Ecuador, una de las principales preocupaciones sobre la
violencia contra mujeres en este confinamiento ha sido la falta de denuncia. Es importante saber que el proceso puede, en
ocasiones, ser lento, difícil y requiere acompañamiento. No obstante, es fundamental vencer el miedo porque
es uno de los primeros pasos para detener situaciones de maltrato que
puedan escalar en un escenario peor.

La mujer violentada debe
tener a la mano los números y canales de emergencia para poder denunciar y
pedir apoyo, además de un bolso de mano
donde tenga documentos de identificación
y lo necesario para salir de casa.
A los hijos, es necesario enseñarles a identificar esas situaciones de violencia y a llamar a los servicios de emergencia en caso de que se registre
algún episodio, recomendó Juan Zapata, director de la línea de emergencia
integrada ECU 911.
Esta línea, agregó, es un
servicio integral de atención a través del cual pueden recibir asesoría o ser canalizadas a una institución de
seguridad o salud como la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio,
Policía Nacional, Cruz Roja Ecuatoriana, Ministerio de Salud Pública, Fiscalía,
Judicatura, entre otros.
También, se recomienda
hacer todo el ruido posible durante la agresión para alertar a los vecinos, y sirve llevar un registro de objetos y acontecimientos que puedan ser usado como
prueba sobre lo que ha ocurrido, como por
ejemplo fotos, entre otros.
Las ONG resaltan la importancia de que la mujer busque ayuda psicológica y legal como parte de los
primeros pasos para sobrevivir a un episodio de violencia que pueda estar
padeciendo, pues al fortalecer su
autoestima puede aprender a identificar
que no debe permitir ningún tipo de maltrato. Apoyarse en organizaciones con conocimientos en el tema también es un gran aliado.
Los familiares y amigos
tienen el reto de trabajar y ayudar
a fortalecer la confianza de la mujer, hacerle saber que no es culpable de la violencia, que no está sola, que tiene opciones para
salir de ese círculo y recuperar el control de su vida, se lee en el
documento “Normas y protocolos de
atención integral de la violencia de género, intrafamiliar y sexual por ciclos
de vida”, emitido por el Ministerio de Salud Pública en 2009.
Las autoridades recalcan que, si acaban de ser víctimas de agresión física o sexual, las mujeres deben ir a uno de los 203 centros de
atención primaria de salud para víctimas de violencia o a las unidades de
salud, de preferencia acompañadas por
alguna persona de su confianza.
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